¿Qué es Bosquear?
El Bosqueo es una actividad meditativa y de conexión con la naturaleza que se realiza en grupos pequeños, en un ambiente natural protegido.
Se invita a pasar un tiempo de calidad en contacto con la naturaleza, desconectados de aparatos electrónicos y alejados de las tareas cotidianas.
La actividad consta de 3 momentos:
1. La bienvenida, que incluye la práctica de técnicas de respiración consciente.
2. Una caminata en silencio por el bosque, y
3. El círculo de conversación, que cierra la experiencia.
Durante el Bosqueo, buscamos conectar plenamente con el lugar y con el momento presente, disfrutar de las conexiones humanas genuinas que se presentan, practicando la escucha activa. El objetivo de la actividad es que podamos experimentar una sensación de plenitud y de bienestar.
¿Qué hacemos en un Bosqueo?
Estos son algunos de los ejercicios básicos propuestos durante un bosqueo:
Respiración consciente: Sugerimos tomar respiraciones profundas y lentas durante el paseo por el bosque.
Mindfulness: Usualmente realizamos caminatas lentas, prestando atención a los sonidos y las vistas del bosque, entre otros ejercicios.
Observación: Nos detenemos a mirar y observar los árboles y las plantas a nuestro alrededor. Si lo sentimos, podemos hacer conexión con un árbol sintiendo su corteza o sosteniendo su base con ambas manos.
Silencio: caminamos en silencio por el bosque durante algunos minutos. Escuchamos el sonido de nuestros pasos y la respiración, o simplemente disfrutamos del silencio.
Meditación: Nos sentamos en un lugar tranquilo y cómodo en el bosque a cerrar los ojos, inhalando y exhalando profundamente mientras nos concentramos en nuestra respiración. La meditación puede ser grupal o individual.
Círculo de conversación: Al final del recorrido tomamos un tiempo para cerrar en círculo y compartir las experiencias.
Reconexión
con la naturaleza
Conexión
con el momento presente
Reencuentro
con el propio ser
Cable
a Tierra
Reflexión
personal profunda
Práctica
de escucha activa
Sentirse parte
de un grupo o comunidad
¿Dónde Bosqueamos?
Durante esta temporada, estamos realizando el bosqueo en espacios verdes de la Ciudad de Buenos Aires.
¿Qué traer?
Se recomienda traer al Bosqueo:
- Ropa cómoda y adecuada para el clima y el terreno (preferiblemente en capas)
- Calzado resistente y cómodo para caminar
- Protector solar y repelente de insectos
- Una botella de agua
- Frutas, snacks saludables
- Una manta para sentarse o acostarse en el suelo
- Una libreta y lápiz para tomar notas o dibujar
Algunos beneficios del contacto frecuente con la naturaleza
01. Reduce el estrés
La tranquilidad del entorno natural, los sonidos relajantes, como el canto de los pájaros y el susurro del viento, y las vistas panorámicas contribuyen a calmar la mente y el cuerpo.
02. Mejora el estado de ánimo
La belleza natural, los colores vibrantes y la serenidad del entorno pueden elevar el ánimo y generar sentimientos de felicidad y bienestar.
03. Potencia el sistema inmunológico
Los árboles y las plantas liberan compuestos orgánicos, como los fitoncidas, que pueden estimular el sistema inmunológico y mejorar la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades.
04. Incrementa la vitalidad y la energía
Respirar aire fresco y puro, así como disfrutar de la luz natural, puede renovar y revitalizar el cuerpo, proporcionando una sensación de vitalidad renovada.
05. Aumenta la concentración y la creatividad
La paz y la tranquilidad del entorno natural ayudan a reducir la fatiga mental, mejorar el enfoque y promover la creatividad y la resolución de problemas.
06. Mejora el sueño
La exposición a la luz natural y el ambiente tranquilo y relajante pueden ayudar a regular el ritmo circadiano, favoreciendo un sueño más profundo y reparador.
Alé Yánez Valarino
Mi nombre es María Alejandra, pero todos me dicen Alé. Nací en Caracas, soy diseñadora gráfica e ilustradora. Actualmente vivo en Buenos Aires, Argentina.
Durante mi vida en Venezuela practiqué trekking, subía a la montaña dos veces por semana y me mantenía muy activa físicamente. Mi papá es un gran aventurero, así que tuve la gran fortuna de acompañarlo junto a mi familia a numerosos viajes a los llanos, las montañas andinas, y a los bosques, selvas, ríos, playas.
Mi recuerdo más antiguo, es el de estar sentada en la arena, mirar hacia arriba y ver las palmeras llenas de cocos meciéndose con el viento. Oír las olas del mar de Cata reventando con fuerza en la orilla de la playa, y luego el shhhhhhh de la arena arrastrada por el agua. Recuerdo el olor a salitre mezclado con limón, las dulces melodías del cuatro tocado por papá y la suavidad de los brazos de mamá.
En mi nueva vida en la Argentina, me dediqué intensamente a trabajar en mi profesión y me alejé casi por completo de los paseos por la naturaleza. Decidí estudiar en profundidad los temas filosóficos que propone el budismo, y hacerlo como responsable de grupo me enseñó la práctica del diálogo y de la escucha desde el corazón. Mirar a las personas a los ojos y conectar atentamente con sus emociones y deseos es una de las experiencias más bellas y enriquecedoras de mi vida.
Mi retorno al bosque
En el año 2020, como consecuencia de los años acumulados de desconexión de los entornos naturales, comencé a sufrir de ataques de pánico. En ese momento me di cuenta de que había pasado demasiado tiempo frente a la pantalla, y que debía volver al mundo exterior, a reencontrarme finalmente con lo que soy, un elemento más de la Madre Naturaleza y de esta bella humanidad.
Estos últimos dos años he tenido la oportunidad de ser guía de caminatas grupales de observación y meditación en una localidad a orillas del río Sauce Grande llamada Sierra de La Ventana, en la Provincia de Buenos Aires. Es una actividad para grupos que hago con mucho amor, respeto y gran admiración por el paisaje natural de la comarca.
El Bosqueo es la actividad que ideé como parte de mi retorno a lo natural, y además para poder compartir mi experiencia como líder de grupos de crecimiento espiritual, mis 15 años de práctica de meditación, mi pasión e historia íntima con la naturaleza y el amor inmenso que le tengo a mi nuevo país.
¿Me acompañas?